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jueves, 6 de junio de 2013

¿Para qué sirve el apéndice?


Para-que-sirve-el-apendice.jpgLa asunción de que el apéndice no es más que una pieza inútil en nuestros organismos dista mucho de ser una mera creencia popular. Aunque desde la propia comunidad científica se ha sostenido que esta parte del cuerpo carece de utilidad alguna y que la remoción del mismo no acarrea ningún tipo de problemas, la realidad es bastante diferente.

Si crees que el apéndice no servía para nada más que arriesgarte a problemas de salud, tampoco debes sentirte como un tonto, pues el misterio en torno a la interrogante de para qué sirve el apéndice se ha revelado hace relativamente poco. Te invito a conocer todo acerca de la cuestión.



 Los mitos sobre el apéndice

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La teoría clásica apunta al hecho de que el apéndice es un remanente evolutivo de las antiguas especies de Homo. Éstas, acostumbradas a comer mucha materia vegetal, necesitaban del apéndice para poder procesar las grandes cantidades de vegetal que se consumían desde los árboles. Sin embargo, son varias decenas de millones de años en los que el apéndice ha conservado su lugar en nuestro cuerpo, incluso ante numerosos cambios evolutivos que ha sufrido nuestra especie.
Necesariamente, ello tendría que significar algo, ¿no? Pues todo lo que tenemos en nuestro cuerpo tiene al menos una función. Lo cierto es que preguntas como ésta se habrán formulado entre los miembros de un grupo investigadores en la Duke University Medical Center, quienes en 2009 descubrieron que el apéndice, lejos de no ser más que un inútil en el organismo, es un excelente hogar y refugio para las bacterias.

Albergar bacterias: la función del apéndice


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De acuerdo a los resultados de las investigaciones recién mencionadas, la función del apéndice es la de albergar bacterias, todas aquellas importantes bacterias que componen la flora intestinal y que cumplen funciones fundamentales en el cuerpo. Así, el apéndice estaría haciendo posible el crecimiento de microbios que controlarían y estimularían el accionar de nuestra flora intestinal y actuando en el marco del sistema inmunológico, permitiendo regular las funciones de nuestra flora ante el menor riesgo de infección en nuestro intestino y nuestro colon.
El apéndice es una especie de tubo pequeño y cerrado, con un aspecto similar al de un dedo, adherido a la sección en la que comienza el intestino grueso, en donde éste se encuentra con el delgado. Cuando éste se inflama o algo desde los intestinos queda atorado allí, el apéndice puede hincharse considerable y peligrosamente (apendicitis), pudiendo cortar el suministro de sangre hacia allí y provocando la muerte de sus tejidos.
Es entonces cuando el apéndice debe extirparse de inmediato, pues puede estallar y liberar sus contenidos altamente mortales. Muchas personas se lo quitan antes de viajar a otros países o simplemente para no correr este tipo de riesgos, no obstante, hoy se sabe que en realidad, no hay que quitarlo a menos que sea realmente necesario, es decir, ante la amenaza de apendicitis.
La ciencia a veces peca de soberbia y a lo que no se le encuentra explicación muchas veces se lo tacha de inútil o inabarcable. Al apéndice le tocó dicha suerte, pero poco a poco su reivindicación se va materializando y es justamente, gracias a la ciencia.

Fuente: Ojo científico

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