En medios

viernes, 27 de febrero de 2015

¿Por qué se celebra el Día Internacional de la Mujer?


El 8 de marzo se celebra la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad.


El Día Internacional de la Mujer se celebra desde hace más de nueve décadas. Mundialmente se conmemoran los esfuerzos que las mujeres han realizado por alcanzar la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo. 

Este día fue propuesto por la alemana Clara Zetkin, en 1910, quien fue integrante del Sindicato Internacional de Obreras de la Confección, durante el Congreso Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, Dinamarca. 

Ella ya había participado en pro de la mujer en 1886, asistiendo al Congreso de la segunda Internacional socialista en París y defendiendo el derecho de las mujeres al trabajo y a la participación en asuntos nacionales e internacionales, así como también, exigía la protección de la madres, las niñas y niños. 

¿Por qué se celebra el 8 de marzo?
La razón para elegir el 8 de marzo como celebración de este día es en relación a varios sucesos que ocurrieron por esa fecha; uno de ellos es el de un grupo de costureras de Nueva York, que en el año de 1857 apoyadas por su sindicato, decidieron tenazmente ocupar la fábrica textil en donde laboraban, para exigir igualdad de salarios y una jornada de trabajo de 10 horas. Lamentablemente este movimiento terminó con un incendio en el que murieron 146 costureras y otras más resultaron heridas. 

Las diversas protestas realizadas por mujeres y su participación continua en los grandes foros, dieron frutos, tanto así que en 1977 la Asamblea General de las Naciones Unidas, declaró como oficial el día 8 de marzo. 
A partir de sus manifestaciones, las Naciones Unidas han emprendido iniciativas para mejorar la condición de las mujeres, logrando la existencia de un marco jurídico internacional que, al menos en teoría, promueve y garantiza la igualdad.

Fuente: La República

martes, 17 de febrero de 2015

“Somos hijos de la guerra”

El antropólogo, artista visual y activista peruano Heeder Soto llegó a Berlín para presentar su documental “Caminantes de la memoria”, que retrata a algunos de los protagonistas del conflicto interno en Perú.



Según el informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Perú (2003) el conflicto interno entre 1980 y 2000 dejó un saldo de más de 69.000 muertos y desaparecidos. Entre los victimarios se encuentran los grupos terroristas Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), así como de las fuerzas de seguridad y el ejército. Entre las víctimas; comunidades campesinas e indígenas quechuas.

“Las víctimas no han sido atendidas todavía en toda la dimensión de sus demandas. Hubo familias y comunidades enteras que fueron totalmente destruidas y hasta ahora ni el Estado ni las fuerzas armadas reconocen su responsabilidad. Ni siquiera se acepta plenamente el informe de la Comisión de la Verdad y de la Reconciliación. Aunque el mismo Fujimori está en la cárcel por violaciones a los derechos humanos, la sociedad peruana no ha aprendido todavía”, afirma el cineasta y antropólogo peruano Heeder Soto, que llegó a Berlín para presentar su largometraje, uno de los pocos trabajos que abordan las secuelas que el conflicto ha dejado en la sociedad del país andino.

El cineasta y activista pro derechos humanos afirma que sigue habiendo muchos enterrados en fosas comunes, siguen violándose los derechos humanos y sigue campeando la impunidad. "Tenemos a un ministro que posiblemente sea un violador de los derechos humanos", dice, refiriéndose al general en retiro, Daniel Urresti, investigado por el asesinato del periodista Hugo Bustíos, cuyo cuerpo fue baleado y dinamitado por una brigada en 1988. Urresti es desde junio de 2013 ministro del Interior.

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