El Mal de Alzheimer es una de las
enfermedades más terribles que, en general, llega con la tercera edad.
Esta enfermedad que afecta en los Estados Unidos a cerca de 5 millones
de personas, se manifiesta con cambios en el comportamiento, pérdida de memoria
y un general deterioro de las habilidades del paciente para
relacionarse con otras personas y con su entorno. Este tipo de demencia
senil es progresiva y anula fatalmente a las personas, aislándolos en
una dolorosa burbuja del mundo y de sí mismos. ¿Se puede prevenir el Alzheimer?
Este devastador mal afecta el cerebro deteriorando las respuestas sinápticas
y reduciendo de manera considerable el tejido cerebral, lo que tiene
graves repercusiones en la forma de vida de quienes la padecen. La corteza cerebral se
va marchitando poco a poco, dificultando en gran manera las habilidades
para recordar cosas sencillas, realizar planes, o en resumen, haciendo
imposible la capacidad de pensar.
El olvido consuetudinario de los pacientes con Alzheimer
deriva de la destrucción progresiva del hipocampo cerebral, responsable
de la formación de la memoria reciente. Los estudios han intentado
prever en los pacientes la aparición de esta infausta enfermedad, con la
incertidumbre de que no existe cura para ella.
Neurólogos del Hospital Clínico de Barcelona han hallado que es posible
hacer un biomarcador partiendo de muestras del líquido céfaloraquídeo
que circunda tanto la médula espinal como el encéfalo. Según este análisis, el deterioro de las funciones cerebrales
esta preludiada por una etapa de cambios tanto a nivel neuroquímico,
como funcional y estructural. De tal forma que antes de que suenen las
primeras alarmas, sería posible hacer un diagnóstico previo del Alzheimer. Actualmente son biomarcadores los que determinan la aparición del mal en el cerebro de un paciente.
Los científicos barceloneses han hallado que el nuevo biomarcador puede rastrear el Alzheimer a partir de niveles de ADN
mitocondrial en el liquido cefaloraquídeo del paciente. Este rastreo
del ADN mitocondrial puede hacerse hasta con una década de antelación,
antes de que empiecen a manifestarse los primeros síntomas del pavoroso
Alzheimer.
La aparición de este rastro mitocondrial puede darse en pacientes con antecedentes genéticos
de Alzheimer en la familia, así como en los casos en que la enfermedad
aparece de manera esporádica. Queda la esperanza de un pronóstico
anticipado a este mal devastador. ¿Qué sabes del Alzheimer? ¿Conoces a
alguien con Alzheimer?
Fuente: Ojo Científico
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